PEKÍN-KUALA LUMPUR.- Desde el salón del hotel Lido, en Pekín, donde estaban reunidos los familiares de los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines desaparecido hace más de dos semanas, se escucharon gritos y llantos. Los familiares acababan de recibir la terrible noticia de que el Boeing 777-200 se ha estrellado en el Océano Índico.
Algunos se quiebran de dolor. Otros se muestran furiosos. “¡Asesinos, asesinos!”, grita una mujer que sale del salón con la cara cubierta de lágrimas. La indignación se dirige contra la empresa responsable del vuelo, Malaysia Airlines. Las idas y vueltas de la frustrante búsqueda han destrozado la paciencia de los familiares. Una mujer grita: “¡Era mi único hijo! ¡Asesinos! Esto es culpa del gobierno malasio”. Los familiares se enojaron también con los periodistas que cubren esos acotencimientos y muchos familiares golpean las cámaras de TV. “¡Váyanse, váyanse!, “¡Déjennos en paz!”, clama una mujer. 153 de las personas que viajaban en el vuelo provenían de China
“No hay sobrevivientes”, informó el primer ministro malasio, Najib Razak., visiblemente consternado. En una conferencia convocada de emergencia, Razak explicó que gracias al análisis de información provisto por una compañía satelital del Reino Unido, “se concluyó que la última posición del vuelo MH370 fue en el medio del Océano Índico, al oeste de Perth, Australia. ¡Es una zona remota, lejana de cualquier posible sitio de aterrizaje!”, añadió.
La aerolínea Malaysia Airlines, en tanto, pidió “asumir, más allá de cualquier duda razonable, que ninguna de las personas a bordo sobrevivió”. Media hora antes del anuncio, la línea aérea le había enviado un mensaje de texto a los familiares de las 239 personas a bordo en el que adelantó “que existen pruebas que el avión cayó en el sur del Océano Índico”.
Los ocupantes del avión eran 153 chinos, 50 malayos (12 de la tripulación), siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que embarcaron con pasaportes robados a un italiano y un austríaco.
El avión despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después de despegar. El Gobierno chino reaccionó inmediatamente demandó que Malasia comparta toda la información y la evidencia que muestra que el avión se estrelló en el sur del Índico.
Las autoridades malayas no ofrecieron una explicación de lo ocurrido y habrá que esperar a recuperar las cajas negras del aparato. A partir de este nuevo análisis, ahora parece estar claro dónde hay que buscar los restos.
Sin embargo, sigue sin aclararse por qué el avión se desvió de su ruta cuando viajaba de Kuala Lumpur a Pekín y por qué fallaron los sistemas de comunicación del avión. La policía malasia investiga por sabotaje, secuestro y terrorismo. Los investigadores no descartan de todas formas un error técnico a bordo. Dado que el lugar donde posiblemente se haya estrellado el avión se encuentra en aguas internacionales, Malasia seguirá liderando las investigaciones como país de origen de la aerolínea.
El dramático anuncio de Najib se produjo mientras un barco de la marina australiana se encaminaba hacia posibles restos del avión, luego de una serie de avistamientos de objetos flotantes que se cree que podrían ser partes de la aeronave desaparecida.
Un avión de reconocimiento australiano descubrió dos nuevos restos, a unos 2.400 kms al oeste de Perth. Un trozo es redondo y gris o verde, mientras que el otro es rectangular y naranja. Esta fue la primera vez que fueron avistados posibles restos del avión por un avión que volaba bajo. Hasta ahora, los anteriores descubrimientos se debieron a imágenes satelitales. “Alerto de que no sabemos aún si esas piezas pertenecen al vuelo MH370. Puede tratarse de simples despojos del mar”, comentó el primer ministro australiano, Tony Abbott, ante el Parlamento. “Sin embargo, tenemos la esperanza de estar un paso más cerca de solucionar este trágico enigma”. (DPA-Reuters-Télam)